Un hotel de contrastes. Está ubicado en una casa colonial hermosa, pero no del todo bien mantenida. Pros: localización, habitación grande con un baño moderno, el desayuno es decente. Contras: camas con ruedas que se deslizan al menor movimiento, cuarto frío, las ventanas amanecen empañadas, cajilla de seguridad que no servía, tuvimos que pedir cobijas extras por el frío en la madrugada. El check out es a las 9 de la mañana, algo que es un poco ridículo. Por el precio por noche perfectamente podrían mejorar los aspectos negativos, que sí hacen diferencia.